El término alfajor tiene un alcance universal. Se cree que el origen de este dulce proviene del postre andaluz del mismo nombre.
Pero, antes de llegar a España, ya se consumía en Arabia hace unos 700 años, donde se le llamaba al-hasú o alaju, lo que significa relleno. Se cree que el alfajor actual, es un primo del alfajor andaluz que a su vez éstos heredan de los árabes.
Surgimiento del Alfajor en Argentina
A principios del siglo XVIII, en conventos y casas religiosas, manos hábiles preparaban una exquisitez artesanal llamada “tableta“: estaba formada por dos bizcochos cuadrados, unidos entre sí por dulce de leche y cubiertos por un vidriado de azúcar.
El pionero fue el químico francés, don Augusto Chammás. Quién hacia 1869 en Argentina, inauguró una pequeña industria familiar dedicada a la confección de dulces y confituras. Fue idea de él hacer una tableta, que en vez rectangular, fuera redonda. Así empezó a comercializarse esta golosina con el nombre de alfajor y continúa con más de 130 años de tradición nacional.
Cuando la demanda se volvió importante y crece, grandes marcas como Bagley y Terrabusi, que era la fábrica de galletitas más grande del mundo en ese momento, deciden meterse en la fabricación de alfajores.